dimarts, 28 d’agost del 2007

Circulemos a 80

Hace días que se habla de una iniciativa para reducir la contaminación en las grandes ciudades, que consiste en reducir la velocidad de los vehículos a 80 km/h. A mí me parece, de entrada, una buena idea por varias razones. La primera es que yo no utilizo el coche para ir a trabajar y, por lo tanto, me ahorro las caravanas y las limitaciones de velocidad (razón egoista). La segunda razón es que todo ahorro energético, debido a la reducción del consumo de combustible, como de reducción de la contaminación, a través de la reducción de las emisiones de gases a la atmósfera, es muy positivo. La tercera es que, esta reducción de velocidad, reduce el riesgo de accidentes graves y mejora la fluidez en la circulación.

Cuando cojo el coche y conduzco por estas vías afectadas por la reducción de velocidad y miro a mi lado los vehículos que me acompañan, me doy cuenta de que algo no encaja bien. Cada vez proliferan más los coches “todo terreno” y de gran cilindrada que superan de largo los 10 litros de consumo a los 100 km, siendo muy optimistas. Entonces me pregunto de una forma ingenua ¿de qué sirve reducir la velocidad para contaminar menos, si los coches cada vez son de una cilindrada más grande y consumen más combustible? ¿No sería más eficaz reducir el consumo de coches? Y ya hemos topado, como siempre, con los intereses económicos de la industria de la automoción.

Podríamos circular todos a 100 km/h si los coches fuesen más eficientes y ecológicos, reduciendo de forma significativa el consumo y la contaminación, sin tener que sacrificar tanto la velocidad. Tengo que reconocer que es muy injusto obligar a reducir la velocidad a los conductores que han tenido tanto esmero a la hora de escoger un coche de bajo consumo y dejar circular a auténticos monstruos depredadores de combustible.

El voto en blanco

Desde hace tiempo voto en blanco en las elecciones. La razón puede deberse a que, siempre que he votado a algún partido, éste ha acabado defraudándome.

Un día leí un libro de José Saramago que se titula “Ensayo sobre la lucidez” que, justamente, habla, de forma novelada, sobre lo que pasaría si una mayoría de los votantes decidiera votar en blanco. La novela no me apasionó, pero sí me hizo reflexionar sobre el tema y acabar optando por el voto en blanco.

Lo que no me parece bien es que, este voto, no sirva absolutamente para nada, a parte, claro, de dato estadístico. Creo que tendría que salir una iniciativa popular (y no me refiero al partido popular, claro) para conseguir que el voto en blanco se considere como un partido político más que se presenta a las elecciones. Por ejemplo, si un día consigue los votos suficientes para obtener un escaño, este escaño tendría que quedar vacío o “en blanco”. A mí me parece de pura lógica. Si se vota en blanco porque no te gusta ningún candidato de los que se presentan, es normal que estos escaños no se ocupen.

Creo que, a parte de ser más democrático, también ayudaría a combatir la abstención. Si muchos de los ciudadanos que hoy no van a votar supieran que, gracias a ellos, se pueden ahorrar muchos recursos económicos al estado, entre los que se encuentran nóminas, dietas, teléfonos, portátiles, etc., etc., etc., los escaños en blanco, serían, sin lugar a dudas, un buen incentivo para ellos.

También serviría para que los partidos políticos se pusieran las pilas, ya que no sólo tendrían que repartise el pastel entre ellos, sino que este pastel podría hacerse más pequeño.

dilluns, 27 d’agost del 2007

Yo mismo me presento (o no!!!)

Hoy, esta misma noche, en este preciso instante, comienza mi experiencia en el mundo fascinante de los blogs. Realmente no quiero conseguir ninguna meta, simplemente reflejar aquellos pensamientos personales que nunca damos a conocer.

Las personas anónimas tenemos, ahora, la oportunidad de hablar, las que no tenemos intereses políticos, económicos, privilegios, etc. Siempre sentimos las opiniones de los grandes medios de comunicación, conocemos los productos de las grandes empresas, sentimos lo que los más poderosos quieren que sintamos. Seguro que ellos continuarán dominando el espacio mediático, pero yo me reservo mi parcela de 36 m2 para mí y para aquellos que quieran saber lo que pienso.

No estáis frente a un blog anónimo, sino de alguien que con timidez dejará que lo vayáis descubriendo poco a poco, si vuestra paciencia aguanta.

Por lo que,

Que comienze el espectáculo !!!!!